jueves, 14 de marzo de 2013

Ahora una política errática y después qué....

  
   En estos tiempos políticos tan erráticos en España, la idea que cobra mayor fuerza sea quizás la falta de lógica en la toma de las decisiones políticas. En los países escandinavos y algunos del centro de Europa, la configuración del Estado y el día a día político siguen un sendero estable de "sentido común". Los ciudadanos de los mencionados países pueden divergir en sus ideologías políticas pero las diferentes opciones generan un entorno próximo de decisiones y acciones que conforman aproximadamente una "Campana de Gauss política y social", estos hechos propician una estabilidad social y el sentimiento de "verdadera honradez" aunque no se compartan muchas acciones de gobierno.



   En estadística, por ejemplo en las notas de un examen, generalmente, si las notas están agrupadas en torno a la "media" y no existen excesiva dispersión, se puede considerar que el profesor ha elaborado un examen acorde a sus enseñanzas, a las expectativas de su alumnado y al incremento perdurable de los conocimientos adquiridos. Se puede afirmar sin ambages que el profesor ha recorrido un camino lógico y ha optimizado tiempo y recursos entre las fases teóricas de divulgación, de asimilación de la materia por parte de su alumnado y los resultados finales concluyentes. Grosso modo, se podría afirmar que convergen dos "grupos" en un único punto de bien común (lo que por cierto, sucede de modo excepcional en la política española y sus aplicaciones prácticas). A gran escala, sería ideal que los políticos y los ciudadanos entendiesen y aplicasen esta metodología ya desarrollada en otros países, en definitiva, estamos todos en el mismo barco lo queramos o no. Actualmente, los partidos políticos y sus acciones tanto de gobierno como de oposición se encuentran alejadas de la "media" y se sitúan muy al pesar de la ciudadanía, en los extremos deformando absolutamente la "Campana de Gauss". 





   Hablando con un francés que trabajaba de ingeniero en una gran multinacional suiza, me comentó que el mayor choque cultural entre su país y Suiza era esencialmente el uso de la lógica ligado a cualquier ámbito imaginable de la sociedad. Básicamente, el ingeniero ensaya una y otra vez para encontrar una solución óptima y no duda en apoyarse en otro ingeniero para resolver sus dudas o mejorar su proyecto. En cambio, aquí prevalece la ideología sobre cualquier otro tipo de consideración estadística, científica y/o ética. Por otra parte, sería ingenuo pensar que toda la problemática tan compleja del día a día político podría resolverse de forma tan aséptica como la de un ingeniero (lo idóneo sería 80% de pensamiento "lógico" y 20% de ideología). Los partidos políticos aviesamente se auto-fagocitan con sus ideologías dejando de lado la manera de pensar de una ingeniero. Quizás su forma de "hacer cada uno su política" sea a primera vista muy diferente pero en el fondo, estos actos deliberados crean un "establishment" propicio a perpetuarse alternativamente en el poder in sécula seculórum. 




   Finalmente, como solución a esta política errática, deberíamos apartarnos de una excesiva ideología y pensar cómo nuestro voto podría transformar un política errática en una política más ligada a la forma de pensar de un ingeniero. La educación debería tener como objetivo también el desarrollo del pensamiento crítico, la resolución de conflictos emocionales y la búsqueda de soluciones integradoras y creativas (bastante diferente a cómo es el actual sistema educativo). Estoy seguro que existen muchos más aspectos de nuestra política actual y, sobre todo, futura que votaríamos casi todos en quórum y no, como quieren hacernos ver los partidos políticos, que España está dividida en tres o cuatro segmentos irreconciliables y que permanecemos inmóvil en las antípodas del "Sentido Común". Demostrémonos a nosotros mismos que un futuro mejor es perfectamente posible.



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