Élie Cohen (Economista en el CNRS): “Lo que es fascinante en
la génesis de la actual crisis financiera es que durante los últimos 20 años
hemos tenido cinco grandes alertas de crisis mundiales. Hemos tenido cinco
ocasiones en que nos decíamos los economistas que el sistema capitalista no
funciona, no va a ser capaz de resolver con eficacia y prontitud las crisis sistémicas. Por ejemplo, la quiebra de LTCM que era un
“hegde fund” americano y que había tomado unos riesgos descomunales con una
base de capitalización extremadamente insuficiente y que consiguiendo financiación
fácil a través del sistema financiero americano, fue capaz de no desestabilizar en absoluto el orden financiero de Wall Street y por ende, el mundial.
Pensábamos
que este “hedge fund” con tal “apalancamiento de recursos financieros” no podía
ser viable a largo plazo, que podría meter en riesgo la estructura financiera
mundial. Pero nos equivocábamos profundamente analizando la situación, de
repente, se hizo el milagro. Cronológicamente, este “hegde fund” quebró un
viernes por la tarde y el siguiente lunes por la mañana, teníamos la impresión
que nada había ocurrido. Básicamente, todo estaba solucionado; la Reserva
Federal Americana había intervenido con contundencia, tomó la decisión de
reunir a todos los grandes banqueros de Wall Street. En
esa reunión, la Reserva Federal decidió imponer diferentes importes fiscales a
cada grupo financiero según su importancia para dar un mensaje claro de robustez y de paso,
solventar de cara a la galería ese inmenso agujero negro financiero. Todos los
economistas miramos detalladamente cómo se había fraguado ese acuerdo; las
condiciones, el dinero recaudado, los mercados financieros y de divisas, los
bonos y obligaciones de los diferentes países y la desregularización financiera
en ciernes para acomodar esta quiebra al nuevo contexto macro-económico mundial. Al cabo de dos o tres meses después de la
quiebra de LTCM, todo volvió a ser igual que antes, todo estaba en orden y uno
tenía esa extraña sensación que realmente nada había pasado. Nos dijimos todos
que la forma en que la Reserva Federal llevó el caso de la quiebra fue un
auténtico golpe maestro en términos de credibilidad y solvencia. Esta industria
del riesgo especulativo que hemos creado, puede tener algún problema de viabilidad pero sabemos cómo controlar estos parámetros para
solventar todos los problemas derivados gracias a la intervención providencial
de la Reserva Federal Americana.”
Según
el FMI (Fondo Monetario internacional), desde el fin de los acuerdos de Bretton
Woods (1971) hasta ahora, el mundo ha vivido:
·
147
crisis bancarias
·
218
crisis de divisas
·
66
crisis de deuda soberana
El
signo inequívoco dado por la Reserva Federal en cuanto al “salvamiento” del
hedge fund LTCM pudo tener efectos perversos hasta nuestros días, los banqueros
habían comprendido que serían rescatados cualesquiera los riesgos tomados en sus
inversiones por los diferentes organismos nacionales o supranacionales, en
definitiva, no se dejará caer las entidades financieras porque los diferentes
“Estados” son garantes de su viabilidad.
Además, durante este periodo, las finanzas siguen engañando al mundo; la
industria del riesgo, sobre todo en Estados Unidos, da la impresión de poder crear
riqueza real a partir de una simple formulación matemática, pero esta industria
ha permitido hacer todavía más ricos al 10% de los ciudadanos americanos y
empujando de una forma muy sibilina al 90% restante a contraer enormes deudas
para mantener su nivel de vida y que posiblemente a día de hoy, no se sabe muy bien cómo hacer frente a ese descomunal problema de deuda privada.
Dos
años después del escándalo LTCM (1998), estalla otra burbuja que hará
precipitarse otra vez a Estados Unidos hacia el abismo. En marzo 2000, la “burbuja de
internet” estalla con virulencia; las acciones de la mayoría de las empresas se
hunden estrepitosamente y los Estados Unidos, entran otra vez en recesión económica. La Reserva
Federal toma una decisión sin precedentes, bajará los tipos de interés
oficiales a niveles nunca vistos antes. Esta decisión tiene como principal
objetivo la estimulación reactiva de la actividad económica y de los mercados.
En principio, esta estrategia dio sus frutos y el crecimiento económico volvió
a citarse con la actividad económica. En aquella época, el crecimiento
económico del tercer trimestre del 2003 llegó a situarse en torno al 7.2% (este
crecimiento fue totalmente inesperado por los diferentes analistas económicos),
este crecimiento "desmesurado" abrió numerosos noticiarios del mundo y fue portada de numerosos
medios de difusión internacionales. Este crecimiento fue analizado minuciosamente
por numerosos especialistas y las principales dos conclusiones fueron:
1.) No
se basó únicamente en el aumento de los gastos militares.
2.) El
consumo interno fue un factor determinante (sobre todo coches y vivienda).
Cuando
la burbuja especulativa de internet
estalla en 2000, los tipos de interés de la Reserva Federal sirven de
contrapeso a la desaceleración del crecimiento económico, bajándolos a niveles
históricos nunca vistos anteriormente. Esto permitirá estimular la actividad
económica y la Reserva Federal, conscientemente, tardará tiempo en volver a
subir los tipos de interés para prolongar “artificialmente” la bonanza
económica. Esto a su vez, hinchará otras burbujas especulativas menores durante
el periodo 2000-2007 porque había acceso directo y fácil a dinero a bajo
interés. Finalmente, los inversores se vieron abocados a tomar mayores riesgos
en sus negocios para atraer inversores en busca de alta rentabilidades debido al
bajo interés del dinero en ese momento.
Los
créditos hipotecarios a personas que no tenían una solvencia contrastada, se
dieron a llamar primeramente “NODOX Credit” y posteriormente, “NINJA” (No Income, No Jobs, No assets, en español, "Sin ingresos, Sin trabajo, Sin Patrimonio). Estas
personas suscribían hipotecas pero sin estar ligados de una forma permanente
con las entidades promotoras en caso de futuros problemas de impagos sobrevenidos y "esperados". Las instituciones
americanas favorecían que se prestase dinero a estas personas porque pensaban
que en el peor de los escenarios posibles, el bien inmobiliario tendría un
“valor seguro” con el cual poder hacer frente al impago por parte del
hipotecado. Las modalidades de recuperar bienes inmuebles en Estados Unidos son
muy rápidas (dación en pago, procesos judiciales y acuerdos entre partes de manera "exprés") y de
esta manera reducían el tiempo entre embargo y reventa para aminorar las pérdidas en sus balances. De esta manera,
procedían a poner el bien inmobiliario embargado otra vez en el mercado en el
menor tiempo posible y recuperar de una forma fácil el crédito hipotecario
impagado. Durante 20 años, el precio de los bienes inmobiliarios creció de una manera sostenida en el tiempo y nada
hacía presagiar que se tornaría inviable el no dejar el dinero a gente que no
podría pagar en un futuro.
Sobre la decisión del Congreso Americano,
hipotecas subprime: Hubo un debate entre los Republicanos y Demócratas sobre la limitación del crédito
hipotecario que se circunscribía exclusivamente para la gente solvente y la restricción del acceso a
las personas más modestas. Se necesitaba de alguna manera una resocialización
de los recursos disponibles financieramente para toda la sociedad y que la
gente pudiese poseer sus propias casas. Tanto Republicanos como Demócratas
pensaron que ésta sería una de las conquistas sociales más importantes
conseguidas durante los últimos 30 años pero el tiempo y las circunstancias posteriores no les dieron la razón en absoluto.
Paradójicamente, la inflación se contuvo obstinadamente durante un periodo tan prolongado de siete años (2000-2007) vino
dado por la importación masiva de productos chinos a precios muy baratos. El
crecimiento americano es financiado a crédito y se produce el despegue fulgurante de la economía china, el nivel de endeudamiento de la
ciudadanía americana se doble en diez años.
El
estallido de la burbuja inmobiliaria americana ha cogido desprevenido a muchos
economistas que no esperaban que sus consecuencias fueran tan devastadoras en
tiempo y forma. Millones de americanos accedieron a “vivienda barata” y se
convirtieron en propietarios con escasísimas posibilidades de poder pagar a
futuro las hipotecas firmadas. Entonces apareció el crédito “subprime” para
resolver la cuadratura del círculo hipotecario, se pagaban intereses superiores
comparados con los pagados por compradores solventes y esto permitió a todas
las entidades financieras de ganar todavía más dinero.
En
un sistema tradicional, la banca tendría que asumir los extraordinarios riesgos
que conlleva facilitar crédito hipotecario a personas en situación
económicamente precaria, pero gracias a la ingeniería financiera, son capaces
de ganar dinero en situaciones de adversidad porque fueron capaces de
transformar esos créditos hipotecarios en títulos financieros y venderlos en
los mercados para deshacerse de esas hipotecas y mitigar los posibles riesgos
financieros sobre la solvencia de una determinada entidad. El hecho de
transformar una hipoteca subprime en un título en el mercado, se llama
“titulizar”. Para que este sistema funcionara, hacía falta que quién otorgaba
la hipoteca a los que no podían pagar en un futuro, fueran capaces de vender
esa hipoteca en los mercados financieros lo más rápido posible, había que
transformar hipotecas basura en títulos financieros muy rentables.
Junio
2004. La Ruptura de la Reserva Federal Americana.
A
partir de junio del 2004, la Reserva Federal se empezó a preocupar por un
posible retorno de una inflación alta en los Estados Unidos, y como medida preventiva,
aumentó los tipos de interés del 1 % (2003), luego a 1.25% (2004) y finalmente
a 5.25% (2006). Este aumento sostenido encareció las condiciones al acceso al
crédito hipotecario y una gran cantidad de personas no fueron capaces de pagar sus
hipotecas y fueron obligadas a vender sus casas para hacer frente a las deudas. Al
mismo tiempo, los precios de los bienes inmobiliarios se hundieron y la trampa se
cerró implacablemente sobre los 12 millones de hipotecados americanos que no pudieron pagar
sus hipotecas, ni vender sus casas a un precio ajustado a la deuda contraída, la catarsis negativa navegaba a sus anchas.
En
4 años, los bancos americanos habían expulsado de sus casas a 5 millones de
ciudadanos americanos de sus casas. El pánico se apoderó de los mercados, la
opacidad de los mercados respecto al tráfico de los productos tóxicos, sumergió a todas las entidades en un profundo recelo hacia las demás (mercado
interbancario) y hacia el sistema financiero mundial. Como nadie sabía realmente
qué entidad había tomado excesivos riesgos, ni cómo estaban los balances acorde a la
realidad del momento, la solución más eficaz fue batirse en retirada y dejar de
prestar dinero a otras entidades. Cuando el sistema bancario se colapsa, arrastra
forzosamente al sistema económico.
15
de septiembre del 2008. El traumatismo de Lehman Brothers.
Lehman
Brothers y la aseguradora AIG pidieron ayuda al gobierno de los Estados Unidos,
AIG será salvada pero el gobierno dejará caer a Lehman Brothers (cuatro mayor
banco americano de inversiones) que se declaró en quiebra, el escenario de la
gran crisis del 29 está a punto de reproducirse. La imagen de los empleados de
Lehman Brothers recogiendo sus pertenencias y saliendo del edificio de Lehman
Brothers dieron la vuelta al mundo, produciendo una situación extraña; estaba
saliendo empleados bien pagados y trajeados de un edificio de Times Square en pleno centro
de Nueva York, comprendimos muchos que era algo muy serio pero a la vez no supimos
calibrar las consecuencias que podían acarrear a largo plazo. En aquel entonces, existían 2 millones
de contratos de derivados activos por parte de Lehman Brothers cuando se declaró
en quiebra oficialmente, las restantes entidades tuvieron que hacer frente a la situación de
impago inminente por parte de Lehman Brothers. Además, la
manera que desarrolló su "negocio", fue ejemplo para otros bancos y entidades que copiaron en
detalle su forma de "hacer" y "vender" sus derivados (productos financieros estructurados). Al
mismo tiempo, muchas aseguradoras desarrollaron los mismos planes de
comercialización de los mencionados productos. Aparte de todo esto, está el lado psicológico de
las crisis; el concepto de catástrofe y el miedo a poder perder todas las
extraordinarias ganancias conseguidas tiempo atrás, vuelven a los inversores extremadamente desconfiados y temerosos de invertir su dinero.
La
consecuencia inmediata fue la destrucción de gran parte del sistema financiero,
paradójicamente y al mismo tiempo, otro banco en dificultades (Merrill Lynch)
fue comprado, in extremis, por Bank of America. Esto produce una mayor
concentración de poder por parte de algunas entidades financiera que compraron
a sus competidores directos por un precio simbólico.
En
septiembre del 2008, veamos la evolución de las diferentes bolsas:
·
Bombay
(-5.19%)
·
Taiwan
(-4%)
·
Frankfurt
(-2.7%)
·
París
(-4%)
El
caos y desorden.
Todo
el mundo consignó la orden de "vender" sus activos tóxicos y, consecuentemente, el precio de las obligaciones y acciones se hundieron a plomo en los mercados. El
sistema interbancario se resintió porque los bancos se prestan dinero y empezaron a desconfiar unos de los otros, si algunas entidades se
habían declarado en quiebra, las solventes querían protegerse del posible contagio y
no dieron ninguna facilidad para volver a prestar dinero a otras entidades. En otras palabras, empezó el "colpaso", los bancos dejaron de prestar a administraciones públicas y éstas empezaron con grandes recortes para compensar el binomio ingresos-gastos.
La
factura total para los Estados Unidos de América para salvar su banca y sus
responsables ha sido de 2 Billones de dólares, J.P Morgan, Goldman Sachs y Bank
of America han salido muy reforzadas de la crisis debido a la compra por un
precio simbólico de sus principales competidores. A día de hoy, la sombra de
quiénes son los culpables y sus responsabilidades se cierne sobre la sociedad
americana, esta crisis no es ni será, ni la primera, ni la última. ¿Cómo se
puede combatir este fenómeno cíclico? Los que deciden son habitualmente los
mismos que no fueron capaces de contener o mitigar las crisis. ¿A quién echar
la culpa? A los economistas que abrazaron el credo liberal, los responsables
políticos o los banqueros. Como conclusión final, una cosa es cierta, después de
haber socializado las monstruosas pérdidas de “empresas privadas” y haber
puesto sobre la mesa cantidades auténticamente ingentes de dinero para salvar el sistema, ¿qué será lo siguiente? Los
banqueros siempre han dejado caer que había que dejarlos hacer para así
alimentar el discurso político y dotarlo de contenido. Después de todo, le ha
llevado cuatro años a los Estados Unidos el recuperar el nivel económico
anterior a la crisis, los diferentes Estados gastan miles de millones para
mantener a flote gran parte de la arquitectura económica mundial, los Estados
han resucitado a muchas empresas del sector financiero. ¿Quién salvará los
Estados en la próxima gran crisis económica?
En
2011, el lobby bancario ha gastado 317 millones de dólares para frenar la
reforma urgente del sistema financiero americano en el Congreso. Con éxito.
La
banca ha perdido 3 Billones de dólares en activos en todo el mundo desde el año
2007. En
los Estados Unidos de América y Europa, 14 millones de personas han perdido sus
empleos entre el año 2007 y el año 2011, un nivel histórico nunca visto desde la Segunda
Guerra Mundial.
Alan Greespan declara que es una de las mayores crisis desde hace un siglo.
(Fuente: Toute L’Histoire)
Como colofón, he aquí los comentarios acertados de algunos economistas ilustres:
Christian Chavagneux (Director Jefe adjunto
de “Alternatives Economiques”):
“El primer golpe maestro lo dio la Banca “J.P. Morgan” en 1994 que inventa esos
productos tóxicos ligados a las hipotecas basura. Al hacer llegar a los
mercados financieros su nuevo producto con éxito y altísimas rentabilidades,
las demás entidades financieras tomaron buena nota y empezaron a estructurar
sus productos tóxicos de la misma manera que lo hacía J.P. Morgan. A principios
del año 2000, la compra-venta de activos tóxicos se convierten en sí misma en
una verdadera industria financiera paralela.”
Thierry Philipponnat (Secretario General de
“Finance Watch” y Ex-Responsable de las actividades de los productos derivados
desde 1986 a 2006):
“El lobby económico ha tenido siempre la tendencia casi axiomática a explicar
que hay que ganar dinero, siempre mucho más dinero. Por otra parte, el político
muchas veces no se cuestiona casi nada del sistema financiero, simplemente ve
que los balances de las diferentes entidades financieras están “cuadrados”, que
las cosas desde un punto de visto macro-económico funcionan, que las entidades
financieras están ganando dinero y por todo esto, hace una cierta “dejadez” de control real
sobre las entidades financieras.
Sobre la decisión del Congreso Americano,
hipotecas subprime:
“Hubo ciertos discursos de George W. Bush en aquella época que fueron muy potentes mediáticamente en los cuales señalaba que aunque no tuvieses empleo estable,
todas las innovaciones llevadas a cabo por el sector financiero americano te
iba a ayudar a elevar de una manera real y sostenida tu nivel de vida”.
Jean-Paul Betbèze (Economista Jefe de Credit
Agricole y Profesor en la Universidad de París 2): “Tradicionalmente, los
EE.UU. no se satisfacen de crecer como lo hace Europa, su avidez les lleva a
querer estar siempre por encima. La Reserva Federal Americana está al servicio
del crecimiento económico, además de permitir ese crecimiento durante años
sabiendo sus consecuencias finales. No ha hecho la más mínima crítica al
periodo prolongado de expansión (2000-2007), al contrario, la alimentó de forma
deliberada. Greespan que en aquella época era el Gobernador, hablaba de nueva
economía y nueva productividad y que la arquitectura financiera mundial estaba
cambiando debido al “rol emprendedor” de los EE.UU. en el mundo gracias a su
innovación y a su genialidad. Lo que es innegable es que el sistema montado por
la Reserva Federal durante ese periodo ha funcionado de una forma absolutamente
colosal”.
Sobre la inflación americana: “Durante unos años ha existido
el concepto de la “moderación de la inflación”, que a su vez va ligada al gran
crecimiento estable y éste ha sido el gran milagro de Greenspan, el haber sido
capaz de crecer tanto en un periodo tan prolongado sin apenas inflación. Lo que
se sabe en economía es que los milagros no existen y la tendencia es a acabar
mal o muy mal. La fase de gran moderación fue en realidad una fase de gran
endeudamiento. La compra masiva de productos chinos muy baratos por parte de
Estados Unidos ha ayudado ampliamente a refinanciar el déficit exterior
americano y, paralelamente, ha sido uno de los factores más determinantes para
el crecimiento casi exponencial de la economía china.”
Jacques De Larosière (Consejero de BNP
Paribas y Ex-director del FMI desde 1978 a 1987): “La gran preocupación de
los EE.UU. durante el periodo 2000-2007 fue evitar una excesiva inflación para
de esa manera evitar un desinflamiento del crecimiento económico.”
Sobre la decisión del Congreso Americano,
hipotecas subprime:
“El Congreso americano ha tenido un papel decisivo y de cierta manera, ha
forzado a las entidades financieras a dar créditos subprime”.
Michel Aglietta (Economista del CEPII y
consultor de Groupama-AM):
“Tampoco uno se endeuda en función de los ingresos, sino también en función del
valor del bien inmobiliario adquirido. Todo esto existe porque estamos en un
nuevo orden mundial, dejar que la gente adquiera de la riqueza y dejarse que se
endeuden sobre sus futuros ingresos anticipados. Esta manera de hacer economía,
podría definirse como hacer una economía puramente especulativa en el sentido
etimológico del término y ésta fue la gran idea para el resurgimiento económico
de Estados Unidos y Europa.”
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