martes, 19 de marzo de 2013

A la vanguardia de los problemas educativos actuales (Parte I)


   El sistema educativo actual se encuentra en una gran tesitura conceptual debido a la reorganización constante que sufre el mundo debido al reciente e imparable escenario de la "Globalización". Uno de los mayores expertos académicos en la materia Sir Ken Robinson, da unas cuantas claves para optimizar el bien más preciado que tiene cualquier sociedad, "sus próximos activos integrantes" que formarán parte de una sociedad con un futuro impredecible. Mi siguiente entrada complementará ésta para dar una solución satisfactoria e integradora, tratando los postulados de uno de los mayores expertos en materia educativa basada en la tecnología, Marc Prensky.




   El paradigma del sistema educativo (Sir Ken Robinson).

   Prácticamente, la totalidad de los países están intentando reformar profundamente sus sistemas educativos públicos y principalmente existen dos problemas para ello:

  1. Problema económico: La gente está intentando resolver la forma en la que deberían ser educados nuestros hijos para que ocupen un "lugar" en el siglo XXI. ¿Cómo hacemos esto? Si no podemos anticipar lo que va a ocurrir la próxima semana "en los mercados" y la macro-economía, es evidente que no podremos anticipar el futuro con un mínimo de fiabilidad. Esta reciente crisis está demostrando que los líderes políticos, sociales y los expertos nos saben muy bien "cómo meterle mano" a estos problemas globalizados para atajarlos con el menor coste económico y social para sus conciudadanos.
  2. Problema cultural: Los sistema educativos actuales incentivan que sus alumnos tengan un acervo e identidad cultural propios en el contexto mundial, para poder legarles los genes culturales de su comunidad a la siguiente generación y, a la vez, que formen parte activa en los nuevos procesos de gobalización. ¿Cómo hacemos la famosa cuadratura del círculo en este caso?


   El principal problema es que estamos intentando enfrentarnos al futuro con los "conceptos clásicos educativos" que hemos aprendido los que hoy en día formamos parte de la población activa. Actualmente, estamos alineando de forma clásica a millones de niños que no ven ninguna utilidad en la educación para su futuro y éste es factor desestabilizador en el periodo de la adolescencia.

   En el pasado, la típica historia de que si trabajábamos mucho y sacábamos buenas notas, obtendríamos un buen trabajo y nuestro futuro estaría prácticamente resulto, ha dejado de tener vigencia. Nuestro hijos ya no se creen esto, está claro que es mejor tener una titulación que no tenerla pero ya no es ninguna garantía "de futuro". 

   La educación actual confiere cierta marginalidad a muchas cosas que son importantes para nuestros hijos. Una de las soluciones propuesta es que hay que subir los estándares educativos, por una parte está claro que se necesitan más conocimientos a día de hoy que hace 40 años, no me he encontrado con ningún argumento sostenible y serio para querer rebajarlos. Quizás el problema radique en que el sistema educativo actual que fue creado, diseñado, desarrollado y estructurado para una era diferente a la actual. Esencialmente, fue concebido en la cultura intelectual de la "Ilustración" y las circunstancias económicas de la "Revolución industrial". Antes de la mitad del siglo XIX no existía educación pública pagada con los impuestos: universal, gratuita y obligatoria para todo el mundo era una idea completamente revolucionaria en aquella época. Mucha gente se opuso firmemente a ello; "no es posible para muchos niños pobres que están en las calles, el beneficiarse de una educación pública porque son incapaces de leer y escribir, ¿por qué perder el tiempo con todo esto?". También se asentó sobre determinados perjuicios sociales pero el imperativo económico de aquel momento hizo inclinar la balanza hacia ese nuevo concepto de educación.

   "La Ilustración" establecía que la inteligencia viene dada por cierta capacidad sobre el razonamiento deductivo y conocimiento de cultura clásica, podría definirse como "capacidad académica". Además, esta idea está fuertemente enraizada en el concepto de educación pública (económico e intelectual), se cree que existen dos tipos de personalidades académicas: los inteligentes y los no inteligentes. Por culpa de este sistema, mucha gente brillante queda fuera del "establishment" académico, se cree que no son inteligentes porque han sido evaluados siguiendo los criterios descritos anteriormente. Este modelo ha causado un gran caos en la vida de muchas de estas gente consideradas "no inteligentes". Ha habido gente que se ha beneficiado maravillosamente del sistema pero la mayoría de la gente no.

   Existe una plaga muy extendida a nivel educativo que podría clasificarse de ficticia, "El síndrome del déficit de atención y el síndrome de hiperactividad" entre los escolares. No me malinterpreten, no tengo la formación académica adecuada para poder establecer si alguien sufre de "déficit de atención" o no, muchos psicólogos creen que existen razones suficientes para medicar a los alumnos pero lo que es constatable es que no es una epidemia transnacional. 

   Nuestros hijos están viviendo el periodo de vida más intensamente estimulante de la Historia de la Tierra, están siendo acosados con información y les estamos reclamando atención desde todos los medios: ordenadores, smartphones, vallas publicitarias y cientos de canales de televisión. Los educadores les penalizan por distraerse en clase, el incremento del "déficit de atención" ha tenido un recorrido paralelo al incremento de los tests estandarizados. Además, el mayor incremento de alumnos con "déficit de atención" se sitúa en las regiones con mayor penetración y uso de la tecnología.  

   En general, las artes son las mayores víctimas de esta realidad educativa, las artes se basan esencialmente de "experiencia estética" que podría definirse como la máxima actividad de todos tus sentidos: cuando escuchas una música, disfrutas del teatro o de un cuadro, te sientes plenamente vivo. Por el contrario, la "anaestética" se produce cuando tus sentidos están completamente cerrados a lo que sucede en el exterior y muchos de los medicamentos usados para combatir el "déficit de atención" son anaestéticos. De cierto modo, hacemos pasar nuestros hijos a través del sistema educativo casi anestesiados, y creo que deberíamos hacer exactamente lo contrario.

   Tenemos un sistema educativo modelado fruto del proceso de industrialización del Siglo XIX, y les doy un ejemplo de cómo la educación tiene muchos paralelismos con un centro de producción; las escuelas están organizadas como fábricas (el timbre suena, instalaciones separadas, están especializadas por asignaturas y educamos a los niños por lotes de edad). ¿Por qué hacemos todo esto? Parece que lo más importante de los niños es su fecha de nacimiento y no otros factores a tomar en cuenta. 

   Todo está basado en la estandarización (exámenes, grupos, los currículos vitae y los programas educativos). Creo que deberíamos ir hacia lo opuesto, esto sería lo que podríamos llamar, "Cambiar el Paradigma".

   "El pensamiento divergente o pensamiento lateral" es uno de los factores básicos de la creatividad pero no es sinónimo de creatividad. El pensamiento divergente o lateral ofrece una gran cantidad de enfoques o soluciones diferentes de cómo solventar un problema. Es importante no pensar sólo de manera lineal o convergente para la resolución de las adversidades y problemas a corto o largo plazo. Conceptualmente, la creatividad podría definirse como el proceso de tener ideas originales que tienen un valor.  

   Como ejemplo, Sir Ken Robinson en su libro "Más allá del punto de ruptura" describe el  estudio llevado a cabo por su departamento sobre pensamiento divergente. Le preguntó a alumnos de 4 años sobre cuántos usos diferentes podría tener un clip. El señor Robinson desarrolló una escala para medir las respuestas sobre pensamiento divergente de los alumnos de 4 años y ¿saben cuántos niños se podrían considerar como genios del pensamiento divergente? Les dejo pensar....98% (el estudio era longitudinal). Los mismos niños volvieron a hacer el mismo test cinco años después, en una horquilla entre 8 y 10 años, la puntuación se degradó bastante y en la última horquilla de los mismos niños (13-15 años) no alcanzaba ya el 30%. De estos datos podría extraerse dos consecuencias: que todos tenemos la capacidad el pensamiento divergente y que se deteriora sustancialmente con el aprendizaje académico

  Es curioso, normalmente cuando empiezas algo, empiezas no siendo muy bueno y mejoras con el transcurso de los años pero a los adultos, en general, la tendencia es a empeorar, sirva como ejemplo la realización del mismo test con los diferentes usos de un clip. A la mayoría de los adultos se le ocurrió entre 10 y 15 usos diferentes para usar un clip, tan sólo unos pocos adultos son capaces de ver unos 200 usos diferentes para un clip (la minoría ha hecho una gran cantidad de preguntas antes de comenzar el test; si el clip podía ser gigante, si podría estar hecho de goma....). Esto demuestra que muy pocos adultos conservan esta capacidad innata que se ha ido cercenando durante el proceso de aprendizaje académico. Posiblemente, habrá que acabar con algunos mitos para poder avanzar hacia otra organización de la sociedad: los mitos académicos, no académicos, teóricos y vocacionales para dejar mayor espacio al pensamiento divergente.

   Finalmente, el buen aprendizaje se da en grupos y la colaboración entre individuos suele generar crecimiento. Si atomizados a las personas, las separamos de su entorno y las juzgamos por separado, se crea una desconexión entre ellos y su ambiente natural de actuación. Otro asunto importante, es la cultura de nuestras instituciones: las hábitos y los hábitats que ocupan en nuestra sociedad globalizada.



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